Construimos escenario para atarnos a la vida,
para conectarnos de corazón a corazón,
de piel a piel,
tenernos en mente sin necesidad de tocarnos, como si fuera un sueño ya vivido,
explorar con detalle cada instante de derrota aprendida, sacarle partido a la incertidumbre, dejarnos ser la luz que necesita este mundo.
Cada día el tiempo se prepara para nosotros, nos llena la mirada de oportunidad, de ilusión, nos obliga a contemplar el abismo para atarnos a la rutina, para simplemente enseñarnos a besarnos las heridas y respirar en la oscuridad.
No podemos olvidarnos del pasado,
ni intentar evitarlo,
Porque el recuerdo es como ser extranjero en un país desconocido, que está ahí para ser explorado y vivido hasta el último rincón.
Como extraños, desnudos y a pelo nos sacudimos el polvo,
disfrutamos del tacto,
llenamos de pasión cada pequeño rincón del hogar, creando refugios acristalados que nos mantiene
en conexión con el mundo.
Añadir comentario
Comentarios